sábado, 7 de marzo de 2009

Miles de personas acuden al besapié del Señor de Algeciras





Miles de personas acudieron ayer a la Capilla de San Isidro de Algeciras para ser partícipes del tradicional besapié al Cristo de Medinaceli. Desde las 8:30 horas y hasta bien entrada la madrugada fue prácticamente continua la llegada de fieles que atravesaban la puerta de la plazoleta de San Isidro para cumplir, un año más, con la solemnidad de un acto que cada vez reúne a más personas.

A las dos y media de la tarde ya habían desfilado delante de la imagen del Cautivo, vestido con su túnica burdeos y presidiendo la capilla, 7.000 fieles. Hombres, mujeres y niños venidos de diferentes barriadas de la ciudad iban entrando poco a poco. Eso hacía presuponer que la cifra de personas superaría las 12.000 que participaron en el besapié del pasado año. En algún momento, a partir de las cinco de la tarde, se fueron organizando algunas colas de fieles.

Manuel Delgado, hermano mayor de la Venerable Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Cautivo Medinaceli y María Santísima de la Esperanza, destacó que tras la eucaristía celebrada a las ocho y media de la mañana, el flujo de personas había sido constante, pero también resaltó la gran devoción que cada vez más tienen las personas que se acercan a rendir este homenaje al Cristo.

La meteorología acompañó y a pesar de las negras nubes que mostraban su amenaza, no llovió, al menos, hasta altas horas de la noche. El hermano mayor confiaba en que el número de fieles fuera mayor que el pasado año. Recodó que mientras que en 2008 hubo un parón de asistencia a media mañana, en esta ocasión la llegada de fieles fue continua.

jueves, 5 de marzo de 2009

Saludo a la Bienaventurada Virgen María

Salve, Señora, santa Reina,
santa Madre de Dios, María,
que eres virgen hecha iglesia
y elegida por el santísimo Padre del cielo,
a la cual consagró Él
con su santísimo amado Hijo
y el Espíritu Santo Paráclito,
en la cual estuvo y está
toda la plenitud de la gracia y todo bien.

Salve, palacio suyo;
salve, tabernáculo suyo;
salve, casa suya.

Salve, vestidura suya;
salve, esclava suya;
salve, Madre suya
y todas vosotras, santas virtudes,
que sois infundidas por la gracia
e iluminación del Espíritu Santo
en los corazones de los fieles,
para que de infieles hagáis fieles a Dios.

Paz a los hombres





Señor que vas "amarraíto"
con cordeles y desnudo,
dame fuerza Jesús mío,
para entender a la humanidad.

Cuanto dolor mare mía,
tú que tanto sufres,
te pido que no me abandone,
salud, liberdad y paz a los hombres.

"Atormentaíto" y sin culpa
te llevan a la cruz,
oh, Padre mío Rey de Reyes,
darle fuerza al mundo
y enseñanos amar como hermanos.

Propiedad del autor Manuel Flore Narváez
Copyright © 2005 SoNaKaY Flores

Homenaje

Se aproximaban los días y Currita alardea de la letra que cantará,
se la tararea a sus vecinas del barrio,
bajito la remata por carcelera,
entran ganas de llorar.
En el sevillano, Palomo está,
recordando la saeta de años atrás,
Mateo y Roque Arroyo le dicen: "canta ya",
y sin pensarlo mucho, Palomo la cantará,
templándose por martinete en la puerta del bar.
Va echando chispas sus andares
es Paquito Obregón por la calle Real,
se encamina a la Plaza Alta dejando atrás el mar,
que ha oído los redobles y las cornetas de tocar,
cantará al Nazareno con aires de libertad.
Y si recordamos atrás, a finales de los 20,
con aquel trío de saeteras triunfal,
Anica, Bernardita Molina y Juana la de Ramón,
cantándole a Nuestro Padre Jesús y Señor,
saetillas gitanas que arañaba y dolían en el corazón.
Y en los tiempos que corren,
caminan dos destacadas en esta semana mayor,
Spínola y Calderón del barrio de San Isidro,
también son.

Propiedad del autor Manuel Flores Narváez
Copyright © 2005 SoNaKaY Flores

Oriundo de Algeciras

Manuel Soto Loreto, descendiente de algecireño. Era nieto de Juan Cantoral y Gabriela Montero, así como hijo de Juan Luis, más conocido por El Torre por haber trabajado de guarda en el cortijo de Los Larios "Monte La Torre". Manuel fue conocido en el mundo del flamenco con el sobrenombre de su padre y que suena asi: Manuel Torre. Manuel fue único, un verdadero genio en todo lo que interpretaba. Fueron muchos los elogios a este oriundo cantaor de Algeciras, de quién se cuenta que su interpretación saetera, la elevó a una excepcional categoría, dotándola de un dramatismo y un sentimiento que lastimaban. "Salía Manuel rabiando, salía medio templao, con la saeta como hablá, como hablándola, como hablá, para aluego le daba un arto a la saeta y aluego se la traía p'abajo y después p'arriba..., y se venía aquello abajo, la calle entera, un palmeterío, un vocerío que quitaba er sentío" (Tía Anica la Periñaca. Una impresionante saeta de Manuel Torre, en Sevilla, hizo llorar por segunda vez al ganadero Eduardo Miura una mañana de Viernes Santo: "Cuando cierra el pellizco del último ¡ay!, la gente que asiste, pasmada, al acontecimiento no aplaude ni vitorea. Todos sacan los pañuelos, en silencio, y la plaza de la Encarnación se convierte en un inmenso aletear de palomas blancas que piden una nueva saeta a aquel hombre fabuloso a quien un gitanillo, que le acompaña, dice, señalando a don Eduardo Miura: - Fíjate, primo, con la mala uva que se gasta criando toros y ahí lo tienes, que me lo has hecho llorar". Saetas que fueron recordadas como espeluznantes, y a las que se adjudica la costumbre sevillana de mecer rítmicamente los pasos, pero sin avanzar, a partir de la ocasión en que el capataz de los costaleros dio orden de avanzar cuando este cantaor iniciaba una saeta; fue obedecido el mandato, los costaleros elevaron sobre sus hombros el paso, pero se limitaron a moverlo rítmicamente sin avanzar, mientras el hijo del Torre cantó cuanto quiso. "El más firme y primer puntal que sostiene el monumento saetero es, sin duda, Manuel Torre, puesto que a él se deben muchos de los vértices flamencos que se aprecian en la saeta moderna. El cante por saetas de Manuel sobrepasó la línea de su personalidad humana y se evaporizó dentro de la mítica flamenca. Las saetas de Manuel, son puras creaciones, consecuencia de su intenso y vigoroso fluir flamenco, más que como preconcebida idea. A partir de él, se transforma y se reviste con un eco profundísimo, lleno de matices peculiares. Torre marca un hito, y si históricamente no podemos hablar de quién fue el que inventó la primera saeta, sí podemos afirmar que el mundo saetero está dividido en dos grandes mitades: antes y después del coloso jerezano, oriundo de Algeciras.

Manuel Flores-Copyright © 2005 SoNaKaY Flores
JuegosJogos de MeninasJeux de FilleJuegos de CocinarDirectorio de BlogsJuegos de ChicasContador de Visitas